El cuarto año consecutivo el Ministerio de Relaciones Exteriores llama la atención de la comunidad internacional al día de la aprobación por la Asamblea General de la ONU de la resolución 3314 (XXIX) “Definición de la agresión”. Esta resolución fijó los principios del derecho internacional, reconocidos por la comunidad internacional, que prohíben la agresión en todas sus formas.
El uso por la Federación de Rusia de las fuerzas armadas contra la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de Ucrania, que contradice a los principios del derecho internacional, en particular los estipulados en la Carta de las Naciones Unidas, representa un clásico acto de agresión.
Vemos un cinismo excepcional en el hecho, que la agresión contra Ucrania fue planeada, preparada y desencadenada por la Federación de Rusia, garante de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania de conformidad con el Memorándum de Budapest.
Resultaron las consecuencias de la agresión rusa contra Ucrania: la ocupación de una parte del territorio ucraniano – la República Autónoma de Crimea, la ciudad de Sebastópol, algunas áreas de las regiones de Donetsk y Luhansk; las numerosas continuas violaciones flagrantes de los derechos humanos en el territorio ocupado; más de 10 200 de los muertos y 24 500 de los heridos ciudadanos ucranianos; 298 pasajeros fallecidos del vuelo MH17; viviendas y objetos de la infraestructura crítica destruidos; más de 1,5 millones de las personas desplazadas.
La seriedad, la gravedad y la escala de las acciones ilícitas internacionales, realizadas por la Federación de Rusia contra Ucrania, dejan perplejo y siguen creciendo. Como evidencian hechos históricos, tales acciones llevan consigo la responsabilidad y la justicia, a la cual será llevada la Federación de Rusia y sus autoridades más altas.
En este sentido Ucrania acoge con beneplácito los esfuerzos de la comunidad internacional dirigidos a la penalización en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de tal crimen internacional como la agresión. En 2017 fue recibida la cantidad necesaria de las ratificaciones de las enmiendas de Kampala. Eso, así como su posterior implementación comprueba la disponibilidad de la comunidad mundial de luchar decididamente contra los actos de agresión.
Llamamos a la Federación de Rusia a cumplir con las resoluciones de la Asamblea General 68/262 y 71/205; poner fin a la agresión armada contra Ucrania; llevar del territorio ucraniano sus fuerzas armadas regulares, mercenarios, grupos armados ilícitos, que están controlados, administrados y financiados por Rusia, así como las armas y la técnica militar; abolir todos los actos, dirigidos a la legalización de la tentativa de la anexión de la República Autónoma de Crimea, la ciudad de Sebastópol, así como las entidades títeres del estado agresor en el territorio ocupado de las regiones de Donetsk y Luhansk.
Ucrania llama a la comunidad internacional a unirse en la lucha atroz contra los intentos de los estados agresores, incluso con la Federación de Rusia, de usar la agresión como un método de su política exterior, imponer las reglas incívicas y destruidoras para el orden internacional y los valores humanos. Instamos a aplicar todas las medidas posibles para afirmar los principios reconocidos generalmente de la coexistencia pacífica de los países y el respeto a su soberanía e integridad territorial.