La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó el 8 de diciembre en Ginebra y Nueva York el XII Informe, preparado por la Misión de Monitoreo de la ONU para los Derechos Humanos en Ucrania, que fue desplegada en marzo de 2014 según la invitación del Gobierno Ucraniano. El documento abarca el período comprendido entre el 16 de agosto y el 15 de noviembre de 2015 y contiene una imagen bastante objetiva de los eventos ocurridos, en particular, en el Este de Ucrania.
Entre los resultados más importantes de la Misión se encuentran las confirmaciones directas de que las armas y los mercenarios habían suministrados a Donbas desde la Federación de Rusia a través de un tramo de frontera común que temporalmente no está controlado por Ucrania. La Misión ha documentado los crímenes cometidos por los grupos armados ilegales, controlados por Rusia, en ciertas regiones de las provincias de Donetsk y Lugansk, enfatiza que estos grupos son responsables por asesinatos de civiles, secuestros, torturas, violencia sexual, trabajos forzosos, extorsiones y otras violaciones de derechos humanos.
La parte ucraniana comparte íntegramente las conclusiones de la Oficina del Alto Comisionado de que plena aplicación de los Acuerdos de Minsk es la única estrategia para lograr el arreglo pacífico en el Donbas, e insta a la Federación de Rusia a cumplir enteramente con sus compromisos conforme a estos documentos.
Según la tradición, una sección particular del Informe se dedica a la situación en la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, ocupadas por la Federación de Rusia, donde continúan violaciones burdas de los derechos de tártaros de Crimea y ucranianos étnicos. Esta vez, el documento presta atención en el estado del idioma ucraniano en la península, el nivel de enseñanza del cual se disminuyó en las escuelas más de diez veces desde el 2013. Actualmente, solo en dos centros de enseñanza – en Alushta y Feodosia – se puede obtener la educación primaria y secundaria en el idioma ucraniano. Nos unimos al llamamiento de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, encaminado a las autoridades de ocupación, de ofrecer la posibilidad a los ciudadanos de Crimea de obtener la educación en el idioma ucraniano.
La Misión menciona la continúa práctica de persecuciones de derechos políticos y civiles, los flagrantes casos de asesinatos que no están investigados, arrestos ilegales, desapariciones de los activistas proucranianos ocurridos en Crimea desde el inicio de su ocupación por Rusia. La parte ucraniana apoya las recomendaciones expresadas por la Oficina del Alto Comisionado y dirigidas a las autoridades autoproclamadas de Crimea y a la Federación de Rusia, sobre el cese de la utilización de así llamadas "fuerzas de seguridad" locales y "sistemas de justicia" como herramientas de presión política, chantaje e intimidación de opositores.
También exigimos de Rusia que se garantice un acceso constante a la Misión de Monitoreo y a otros mecanismos de derechos humanos internacionales al territorio de la República Autónoma de Crimea. Según nuestra convicción, la situación grave en el ámbito de derechos humanos en la península tras la ocupación rusa debe ser detalladamente estudiada e incluida en un informe amplio de la Oficina del Alto Comisionado.
En el Informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se valoran positivamente las medidas tomadas por las autoridades ucranianas, incluso a nivel legislativo, para fundamentar la protección de los derechos humanos, así como se saluda la cooperación del Gobierno de Ucrania con la Misión de Monitoreo. El documento también contiene una serie de recomendaciones para la parte ucraniana, encaminadas a mejorar la situación de los derechos humanos en Ucrania. Todas recomendaciones, como las anteriores, serán minuciosamente analizadas y tomadas en consideración. La parte ucraniana aprecia las actividades de la Misión de Monitoreo de la ONU para los Derechos Humanos en Ucrania. Sus informes, conclusiones y recomendaciones consideramos como la posibilidad de examinar la situación en el ámbito de derechos humanos en el contexto de la agresión rusa con los ojos de expertos internacionales, así como la oportunidad para hacer análisis y corregir problemas detectados.
Estamos convencidos de que atención elevada que manifiestan los expertos imparciales de la ONU hacia la situación de derechos humanos en el territorio ocupado de la República Autónoma de Crimea y en ciertas regiones de las provincias de Donetsk y Lugansk, contribuirá a informar ampliamente a la comunidad internacional sobre flagrantes y sistemáticas violaciones de los derechos humanos que tienen lugar como consecuencia de las acciones agresivas de la Federación de Rusia.