El 30 de marzo el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia informó que trece diplomáticos ucranianos debían dejar este país.

Es un paso esperado de parte del Kremlin, que ya hace un largo rato viene demostrando claramente al mundo las violaciones de las normas del derecho internacional, considera apropiado llevar a cabo las guerras agresivas no declaradas, intervenir en asuntos internos de países soberanos, violar los derechos y las libertades de los ciudadanos, incluso con su derecho inherente a la vida.

Recordemos que hace un poco Ucrania expulsó a 13 diplomáticos rusos, los cuales estaban realizando en nuestro país la actividad incompatible con el estatus diplomático.

Fue un gesto de solidaridad con los socios, una respuesta a las sospechas razonables sobre la responsabilidad de Rusia por la flagrante violación del derecho internacional y el régimen de no proliferación – uso de las armas de destrucción masiva contra la población civil en los tiempos de paz. Hay que subrayar especialmente que éste fue el primer caso cínico de la aplicación de armas químicas en Europa desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

La tragedia de Salisbury es una continuación de la política agresiva de Moscú dirigida a violar la soberanía de estados extranjeros y socavar la orden internacional.

Las acciones de la Federación de Rusia evidencian que sus autoridades siguen viviendo en un mundo erróneo de ilusiones y mantienen una línea de autoaislamiento del mundo civilizado.

Estamos convencidos en la eficacia de la solidaridad internacional en respuesta a las constantes provocaciones y violaciones rusas en la arena internacional, así como llamamos a nuestros socios extranjeros a continuar ejerciendo una presión coordinada en forma de los pasos prácticos que limiten las posibilidades del Kremlin de continuar con las acciones agresivas.

Ucrania toma y seguirá tomando todas las medidas con el fin de impedir y prevenir la intrusión sistémica y constante y la actitud subversiva de la Federación de Rusia en los casos de Ucrania, en particular mediante la proclamación como personas non grata a aquellos que son sospechados de estar implicados en tales acciones ilegítimas.