El 20 de febrero de 2014, Rusia desató una agresión armada planificada contra Ucrania, que resultó en la ocupación ilegal temporal de la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, el intento de anexionárselas y extender el conflicto armado internacional de la Federación Rusa a las regiones de Donetsk y Lugansk. Estos actos criminales se cobraron las vidas de más de 10 mil personas, llevaron a la destrucción colosal de la región, obligaron a alrededor de 1,8 millones de ucranianos a convertirse en desplazados forzosos.
Las autoridades de ocupación rusas, con su total desprecio por el derecho internacional, recurren a las violaciones generalizadas y graves de los derechos humanos en los territorios ocupados, intentan romper y vencer a todos los que están en desacuerdo con la política agresiva del Kremlin, ignoran la sentencia de la Corte Internacional de Justicia a este respecto, así como organizan y alientan directamente a sus títeres para que cometan acciones similares en algunas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk.
El Estado ocupante recurre a una toma de rehenes de entre ciudadanos ucranianos: decenas de personas están detenidas ilegalmente en Rusia, los territorios temporalmente ocupados de Crimea, Donbás, acusados en los casos inventados. Su liberación sigue siendo una de las principales prioridades de Ucrania y la comunidad internacional.
La comunidad internacional es unánime al condenar los actos ilegales del agresor ruso. Una indicación de esto son las numerosas decisiones de los países socios de Ucrania, las Naciones Unidas, el Consejo de Europa, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Unión Europea, la Organización del Tratado del Atlántico Norte y otras organizaciones internacionales.
Ucrania agradece a los socios internacionales por su clara posición para proteger y restablecer la soberanía e integridad territorial de Ucrania dentro de fronteras reconocidas internacionalmente.
Una Misión de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas, desplegada en todo el territorio del Donbás ocupado, incluidas las áreas cercanas a la zona temporalmente no controlada de la frontera ucraniano-rusa, debería convertirse en un instrumento eficaz para restablecer la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania hace un llamamiento a los socios para que utilicen todos los medios apropiados con el fin de impedir la escalada de un conflicto armado internacional en el territorio de Ucrania causado por la política agresiva del Kremlin, forzar a la Federación de Rusia a cesar la agresión, violación de los derechos humanos y apoyo de las actividades terroristas, desplegar una misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, detener la ocupación de Crimea y los territorios capturados del Donbás ucraniano, y pagar una indemnización completa por el daño causado.