El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania expresa su categórica protesta en relación con la nueva onda de allanamientos y detenciones ilegales de los ciudadanos ucranianos por las autoridades rusas de ocupación en la ciudad de Bajchisarái (República Autónoma de Crimea, Ucrania).
En resultado de los allanamientos fueron detenidos ilegalmente 6 personas. Además, por lo menos 9 militantes fueron arrestados por el simple hecho de apoyar a sus compatriotas y por encontrarse cerca de los lugares de allanamientos.
La ofensiva de los ocupantes contra las personas, que se expresan en contra del régimen de ocupación, en particular, los activistas tártaros de Crimea y los ucranianos, es una nueva evidencia de que Rusia sigue llevando a cabo su política represiva con el fin de exterminar cualquiera discrepancia y de intimidar a los habitantes de la península de Crimea.
Además, los allanamientos llevados a cabo en las casas de los musulmanes evidencian la persecución por motivo religioso.
Las represiones, las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, los secuestros, las torturas, así como otras violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales se han convertido en la práctica común de las autoridades rusas de ocupación en la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastópol. Rusia sigue violando descarada y cínicamente sus obligaciones bajo el derecho internacional, las resoluciones de la Asamblea General de la ONU A/RES/68/262 del 27 de marzo de 2014 “La integridad territorial de Ucrania” y A/RES/71/205 del 19 de diciembre de 2016 “Situación de los Derechos Humanos en la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastópol (Ucrania)”, el ordenamiento de la Corte Internacional de Justicia de la ONU relativo a la introducción de las medidas provisionales en el marco de la demanda ucraniana contra la Federación de Rusia en lo que toca a la aplicación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
Llamamos a la comunidad internacional a expresarse activamente por la protección de los derechos y las libertades de los habitantes de la península de Crimea, así como para obligar a Rusia a poner fin a las represalias ilegítimas contra los que están desconformes con la ocupación.