En Ucrania percibimos con mucha preocupación el considerable aumento, desde principios del noviembre corriente, de la cantidad de violaciones del alto el fuego por parte de grupos armados ilegales que actúan en el territorio de algunas áreas de las regiones de Donetsk y Luhansk de Ucrania.
Causa especial preocupación la geografía de los bombardeos, su carácter intensivo y sistemático. En el período entre el 1 y el 11 de noviembre los militantes abrieron fuego más de 240 veces a lo largo de toda la línea de separación, inclusive con la utilización de lanzaminas de calibre de 82 y 120 mm que deberían estar alejados de conformidad con los acuerdos de Minsk.
Por 3 veces – los días 2, 8 y 10 de noviembre, grupos armados ilegales provocaron enfrentamientos combativos con unidades de las FFAA de Ucrania. Por la primera vez en dos meses fueron realizadas tentativas de asalto a las posiciones de los militares ucranianos cerca de las aldeas de Mayorske y Novozvanivka.
En el territorio que está temporalmente fuera de control de Ucrania, en las inmediaciones de la línea de separación, fue constatada alta concentración de armamentos pesados, incluidas piezas de artillería, tanques, el despliegue de nuevas unidades de artillería, la intensificación de las actividades de los grupos subversivos de reconocimiento, el suministro de municiones etc. En violación de los Acuerdos de Minsk se continúa la práctica de esconder el material bélico pesado en las áreas prohibidas.
Al mismo tiempo, se detecta la penetración de aparatos aéreos no pilotados de reconocimiento en el espacio aéreo de Ucrania, además de actividades militares no convencionales en las áreas adyacentes a la frontera ucraniana, en particular, la realización de ejercicios militares con participación de aviación, otro material bélico y especial en las regiones de Rostov y Kursk de Rusia.
Calificamos las acciones referidas como una tentativa intencional y premeditada de hacer fracasar no solamente el proceso de retirada de las armas pesadas con calibre inferior a 100 mm, el cual hace poco fue completado con éxito por la parte ucraniana, sino también la realización de otros aspectos de los Acuerdos de Minsk, incluyendo importantes proyectos socioeconómicos y humanitarios.
Con la aproximación de época de frío, los militantes hacen peligrar la realización de trabajos de reparación y recuperación en los objetos de infraestructura económica crítica que sirven a los intereses de la población local.
Esperamos que la Misión Especial de Monitoreo de la OSCE haga inmediatamente una investigación completa de las violaciones de los Acuerdos de Minsk y proporcione su evaluación objetiva e imparcial de dichas violaciones, como está previsto en el p. 3 de la Resolución del Consejo Permanente de la OSCE No. 1117 del 21 de marzo de 2014 sobre el despliegue de la Misión Especial de Monitoreo de la OSCE en Ucrania, así como en los acuerdos alcanzados en el área de seguridad.
Confirmamos nuestra adhesión a la posición de principio de que la garantía de implementación segura de los Acuerdos de Minsk es el cumplimiento, por parte de Rusia y de los grupos armados ilegales apoyados por ella, de las medidas del “bloque de seguridad”, o sea: el fin de suministro de armas, material bélico y mercenarios por parte de Moscú; la garantía de acceso completo y libre de los observadores de la MEM OSCE a cualquier área, incluidas las áreas de la frontera ucraniano-rusa que está temporalmente fuera de control; la retirada de armas, milicias y mercenarios del territorio de Ucrania; el desarme de grupos armados ilegales.
Exhortamos la comunidad internacional de aumentar su presión sobre la Federación Rusa con el fin de lograr el cumplimiento incondicional del régimen del alto el fuego y la implementación incondicional de los documentos de Minsk en su totalidad.
Ucrania sigue siendo fiel a los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 como único instrumento eficaz para el arreglo pacífico de la situación en el Donbás y aplicará todas las medidas para su debida implementación.