El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania expresa su categórica protesta en relación con la decisión de la Comisión Electoral Central de la Federación de Rusia de formar distritos electorales para celebrar las elecciones de los diputados de la Duma Estatal de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia en los territorios temporalmente ocupados de la República Autónoma de Crimea y de la ciudad de Sebastopol.
Un nuevo intento de la Federación de Rusia de extender su legislación nacional al territorio del estado soberano de Ucrania es una flagrante violación de las normas del derecho internacional, de la legislación de Ucrania, de las estipulaciones de la Resolución de la ONU "La integridad territorial de Ucrania" del 27 de marzo de 2014, de la Declaración de Bakú y de la Resolución de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE (28 de junio – 2 de julio de 2014), de la Declaración de Helsinki de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE (5-9 de julio de 2015) y constituye un desafío no sólo a Ucrania, sino también a toda la comunidad internacional.
Conforme al artículo 9 de la Ley de Ucrania "Sobre la garantía de los derechos y libertades de los ciudadanos y el régimen jurídico en el territorio de Ucrania temporalmente ocupado ", cualquier órgano y sus funcionarios en el territorio temporalmente ocupado son considerados ilegales en caso de que los mismos estén establecidos, elegidos o designados en la forma que no está prevista por la legislación de Ucrania.
La parte ucraniana no reconoce el así llamado "referéndum" del 16 de marzo de 2014, ni tampoco otros "procesos electorales" efectuados por Rusia en el territorio temporalmente ocupado de nuestro país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania exhorta a todos los estados, órganos internacionales y organismos especializados a no reconocer cualquier proceso seudoelectoral que se celebre en los territorios temporalmente ocupados de la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, y abstenerse de cualquier paso, que pueda considerarse como motivo para legitimar las elecciones ilegales, en particular, en cuanto a la toma de decisiones para enviar a los observadores.