En estos días se cumple un año desde la ocupación ilegal de la República Autónoma de Crimea y de Sebastopol por la Federación de Rusia.

Tras haber cometido este crimen internacional, Rusia violó los principios básicos del derecho internacional y del régimen europeo, destruyó el equilibrio de fuerzas existente en la región, provocó la mayor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

En la Resolución de la Asamblea General de la ONU 68/262 del 27 de marzo 2014 "La integridad territorial de Ucrania", la comunidad internacional dio una respuesta clara a los intentos de los invasores rusos de legitimar sus acciones ilegales mediante la organización de un "referéndum" ilegal y falsificado, realizado bajo los cañones de las armas rusas. Dicha Resolución subrayó que "sin tener ninguna fuerza legal, el referéndum no puede ser la razón de cualquier cambio en el estatus de la República Autónoma de Crimea o de Sebastopol". Todo el mundo civilizado aplicó sanciones a Rusia por su flagrante desprecio por los principios fundamentales del derecho internacional.

El mundo entero está indignado por el hecho de que, al ocupar Crimea, las autoridades rusas trajeron a la península el clima del miedo, la injusticia y la represión. La parte rusa sigue violando, de manera consciente e impune, los derechos humanos en el territorio ocupado, está usando el terror contra los disidentes, especialmente contra los tártaros de Crimea y los ucranianos, realizando detenciones, allanamientos, persecuciones y deteniendo a los activistas cívicos, habiendo lanzado una guerra verdadera contra periodistas independientes. Los ucranianos de Crimea no tienen acceso a la educación en el idioma ucraniano, a los medios de comunicación ucranianos. Durante la ocupación, más de 20 mil ciudadanos ucranianos se vieron obligados a abandonar Crimea.

Rusia está llevando a cabo un saqueo propositivo de Ucrania. Más de 400 empresas ucranianas fueron nacionalizadas ilegalmente, los recursos del subsuelo de Ucrania son utilizadas ilegalmente, 18 yacimientos de gas fueron incautados. La política aventurera y criminal de las autoridades de ocupación lleva Crimea al desastre económico, social y ambiental. La perla turística de Ucrania se convirtió en una base militar, donde Rusia, en violación del Tratado de No Proliferación Nuclear, amenaza con colocar también armas nucleares, lo que representa una amenaza real no sólo para la seguridad regional, sino también para la global.

A pesar de los tiempos difíciles, que ahora están atravesando los ciudadanos de Ucrania – residentes de Crimea, quisiéramos asegurar a todos nuestros compatriotas que Ucrania hace y hará todo lo posible para restablecer el control sobre la península.

Crimea fue, es y seguirá siendo una parte integral del territorio soberano de Ucrania.

El agresor y ocupante ruso será llevado sin falta a la responsabilidad por todos los crímenes cometidos.

Hacemos un llamado a la comunidad internacional para reforzar la atención hacia la Crimea ocupada, consolidar la presión internacional sobre Rusia para su retorno inmediato al cauce del derecho internacional, la abolición de todas las decisiones ilegales que llevaron a la ocupación temporal del territorio ucraniano y la compensación de los daños causados a Ucrania y sus ciudadanos.