Causan seria preocupación las noticias que llegan últimamente de la capital libia – ciudad de Trípoli, donde desde principios de abril pasado se desarrollan hostilidades que ya resultaron en centenas de personas muertas y heridas, incluidos los civiles.
El 2 de julio, como resultado de un ataque aéreo contra un centro de detención de migrantes ilegales en la ciudad de Tajura, en las afueras de la capital libia, fallecieron cerca de 40 personas, mientras otras 80 fueron heridos.
Hacemos hincapié en la necesidad de realizar una investigación completa y objetiva de ese crimen.
Llamamos a las partes del conflicto libio a asegurar un alto el fuego inmediato, sin precondiciones, para evitar nuevas víctimas humanas. La paz, la concordia, la estabilidad y el desarrollo económico retornarán a Libia apenas como consecuencia de un diálogo de paz que abarque a todos, de la consolidación de la sociedad libia en torno a valores compartidos.
Para lograr este objetivo es muy importante también el papel de la comunidad internacional, cuya posición consolidada cuanto a la inadmisibilidad de la continuación de la violencia debe contribuir para poner fin al conflicto.